San Vicente
de Paúl nació en 1581, en Pouy, cerca de Dax, Francia. El tercer hijo de una
familia de campesinos Paúl-Moras. Se ordenó sacerdote en 1600. En 1610 pasó a
ser limosnero en la Corte de Margarita de Valois; en 1612, “párroco” de Clichy
y en 1613, preceptor en la familia de los Gondi, quienes le hicieron también
encontrarse con los pobres carentes del pan espiritual y material en sus
tierras en Folleville y Chatillón-les-Dombes, encuentro que cambió la vida
tornándole el reconocido santo patrono de la caridad tal como la Iglesia lo
conoce hoy. Esos episodios y tantos otros que la vida le presentó, tales
como: ser acusado de robo por un
compañero, su nombramiento al Consejo de Conciencia de la Corte Francesa, su
labor junto a la formación del clero, las misiones en las galeras, el cuidado
de niños expósitos y a todo tipo de pobreza que pasaban muchos en el Paris de
su época, le abrieron camino para las fundaciones: Asociación Internacional de
la Caridad - 1617, Congregación de la Misión - 1625 y Compañía de las Hijas de
la Caridad – 1633, e hicieron de Vicente de Paúl un Gran Pastor de la Iglesia.
San Vicente
de Paúl, a ejemplo de profetas, como Jeremías, que denunciaban las prácticas de
injusticia cometidas contra el pueblo, y del Buen Pastor, Jesucristo, que guío
y dio la vida por sus ovejas, es llamado a profetizar, guiar y pastorear el pueblo
de Dios. Su misión aconteció siglos más tarde, en relación a las actividades de
Jeremías y Jesús, pero también se dio en una situación de sufrimiento del pueblo.
El llamado de Vicente, destaca en el siglo XVII en tres pueblos franceses:
Clichy, Folleville y Châtillon-les-Dombes. En Clichy fue su primera experiencia
en la administración de una parroquia; en Folleville, Vicente percibe la falta
de pan espiritual, y en Châtillon, la ausencia de pan material. En los dos
últimos pueblos, el pastoreo es más perceptible en el cuidado de los pobres.
Fijandonos en la experiencia
de Clichy, percibimos que Vicente de Paúl humano
y espiritualmente era apenas un padre de una villa, nombre que se fue
construyendo poco a poco por donde fue pasando. En este pueblo, desarrolló las funciones de pastor y padre
espiritual. Hoy Clichy es un barrio de Paris, pero había sido una pequeña
comunidad semejante a Pouy, la tierra de origen del Santo, ambas localidades
campesinas. Los campesinos también conocidos como vasallos, eran personas que
vivían en situación precaria en feudos. Vicente de Paúl, como campesino, les
comprendía y les ayudaba.
La experiencia
vivida en Clichy cambió la vida del Santo. Vicente percibe la necesidad de la
gente en tener cerca un pastor, a fin de orientarlos en la vida espiritual.
Como “Párroco”, Vicente se sintió realizado y más feliz que el Papa, como
pastor de la villa, compartiendo de la vida de aquella gente, sencilla, religiosa
y humilde. La dedicación de Vicente, allí, fue base para el que él realizaría en
Folleville y Châtillon, inicio de su vocación como grande misionero de los pobres.
Fueron las experiencias
de Folleville y Châtillon 1617, que dieran origen al Carisma Vicentino, tal
como, lo experimentamos hoy, nosotros, herederos de San Vicente. En Folleville, Vicente escucha la confección de
un fiel campesino, visto por la gente como una persona ejemplar, y percibe como
la gente padece por la falta de un pastor; desde allí Vicente emprende una acción
misionera, el que desembocaría en la fundación de la Congregación de la Misión.
También en Châtillon, Vicente viviría algo semejante, que lo hizo fundar la primera
Confraternidad de las Damas de la Caridad, actualmente Asociación Internacional
de la Caridad – AIC. Allí, Vicente es informado que una familia de la parroquia
pasaba por dificultad material. Semejante a Folleville, Vicente moviliza a los
feligreses, por medio de un sermón, y muchos acogieron, allí a las confecciones,
y aquí, a atender aquella familia; siendo tantas las ayudas, Vicente ve la necesidad
de organizar aquella caridad, fundando así el mencionado grupo de las Damas. De
la experiencia de Folleville, funda posteriormente, la Congregación de la
Misión.
Folleville y Châtillon
son dos marcos importantes para vida de Vicente de Paúl, pues en la primera, él
empezó así a preocuparse por la falta de un auxilio espiritual de los pobres, y,
en la segunda, con la necesidad material de ellos. Después de esas experiencias
Vicente mira al Hijo de Dios, como contemplativo en la acción, socorriendo los
pobres y excluidos. Así, percibimos que Vicente de Paúl, desde de Clichy, pasando
por Folleville y Châtillon y todas las otras experiencias que fueran marcadas por
el carisma originado en esas, hicieran de San Vicente de Paúl un extraordinario
profeta, guía y pastor, a ejemplo de Jesucristo, el evangelizador y servidor de
los pobres.
Vicente de
Paúl no trabajó solo, mucha gente lo ayudaba en su labor, destacamos el caso de Luisa de Marillac, que con el
Santo fundaron la Compañía de las Hijas de la Caridad, por ejemplo. Vicente de
Paúl falleció en el amanecer del 27 de septiembre 1660, fue beatificado el 13
de agosto de 1729, por Benedicto XIII y canonizado el 16 de junio de 1737, por Clemente
XII. Hoy es venerado en la Iglesia Católica y Anglicana, es patrono de Madagascar,
Richmond, hospitales, leprosos, prisioneros, enfermos y de la Familia
Vicentina.
Cleber Teodósio, CM e Fábio Silva, CM
SEMINARISTAS
VICENTINOS – PBCM, RIO DE JANEIRO (BRASIL)
Ver esse artigo publicado em:
Português: Viver Evangelizando - Brasil
Español: Camonta - Paraguai
SILVA, Fábio; TEODOSIO, Cleber. El pastoreo de San Vicente de
Paúl en Clichy, como base para el origen del carisma vicentino surgido en
Folleville y en Châtillon. In: Revista Alabanza - Renovación Carismática en el Espíritu
Santo 2020. Edición 207. p. 12-13. (República Dominicana)
Nenhum comentário:
Postar um comentário